PsicoASLanalisis
Han transcurrido 5 meses desde que retome la afición tras un parentesís obligado, y he dedicado muchas horas a reaprender y estudiar reglas, descubrir algunas desconocidas, ponerme en contacto con editores online para solicitarles permisos y traducir sus estupendos artículos y empapame en el proceso, y también, como no, a jugar.
El contacto con númerosos jugadores me ha hecho recapacitar sobre un apartado quizás tan importante como el de las reglas, y no muy tratado por lo que hasta ahora he podido ver. Me refiero al perfil del jugador ASL. Al igual que en el ajedrez, donde la psicologia tiene un papel muy importante (un jugador introvertido puede promover estrategias cerradas, mientras los más extrovertidos procurarán partidas abiertas, por poner un ejemplo), en ASL nuestra personalidad promueve formas de encarar el hobby.
La primera impresión general es que el jugador ASL por lo general suele ser (salvo muy contadas excepciones) apasionado con el hobby, coleccionista (a ser posible, o con intención de serlo), y en general bastante responsable. Sin embargo yo creo poder diferenciar dos líneas a partir de este punto: el jugador racional y el jugador visceral. Y es aquí donde me detendré un momento.
La primera categoria (el jugador racional) suele ser un jugador milimetrico, pausado, detallista, sin prisas y que normalmente valora mucho los detalles. Este tipo de jugador suele estar categorizado por el resto como "gurú".
En la segunda categoria incluiria aquellos jugadores que quieren jugar mucho y ya, que a veces da la impresión de que la partida hay que acabarla antes de empezar, y aquí es donde surgio la idea de este artículo, puesto que este tipo de jugador ni es méjor ni peor que el anterior, solo le domina su pasión, y aquí es donde deja de disfrutar del hobby para proceder a sufrirlo o hacerlo sufrir.
ASL es un juego de proporciones enormes, y dominar completamente el reglamento es imposible, los más expertos necesitan consultarlo como es lógico, y creer que se domina en su conjunto solo sirve para engañarse a sí mismo. Tener el libro de reglas a mano (e incluso una copia de los Q&A) siempre debería ser una máxima cada vez que se celebra una partida. Y no para adornar una fotografia, debería estar ahi para consultarlo tantas veces como sea necesario. ¿De que sirve aplicar una norma que no existe o que ha sido mal interpretada? Única y exclusivamente para generar un "vicio", y en la próxima partida daremos por hecho de que esa norma existe y la invocaremos sin acudir a donde realmente se resuelven: el libro de reglas. El "yo lo ví en otra partida" o "a mi me lo dijo fulanito" debería ser una regla a extinguir, que debería ser sustituida lo antes posible por "lo voy a consultar en el libro de reglas". Se cometen muchos errores cuando la partida ha comenzado e invocamos "luego lo miraré". ¿No resultaría méjor mirarlo en el momento y aprenderlo de una vez?, es el mismo tiempo, distribuido de otra manera, pero acudiendo durante la partida a resolver la duda, ganaras en el hecho de que la jugada estará completamente bien realizada. Incluso me atrevería a decir que detener la partida y consultar tantos medios como puedas en caso de malinterpretación es quizás la méjor práctica (y aqui puedes "tirar" de amigos con mayores conocimientos, foros, siempre y cuando el RB y el Q&A no te hayan ayudado a superar la duda, claro está). La ansiedad es una mala compañera de juegos, y enemiga número 1 de ASL (un juego de detalles, de muchos detalles).
Verte invocando A.2 (lo que está hecho -mal o bien- queda hecho) termina siendo un "vicio" puesto que terminaras dando prioridad al afán por terminar (y ganar como sea) la partida antes que al hecho de disfrutar de la calidad lúdica a nivel de simulación que ofrece ASL...
Cabe preguntarse, ¿que quieres jugar una partida de ASL o correr un rally de Formula ?, incluso más aún ¿jugar a ASL o al bingo -por la cantidad de DR/drs realizadas sin cuestionarse ni un minuto lo que se está realizando-?
En EE.UU a los jugadores más puristas los clasifican como "lawyer ASL players", bien, ¿acaso cuando tenemos una duda sobre leyes no acudimos a los abogados?, que méjor que cuando tenemos una idea sobre el juego (o una "falsa seguridad") acudir a la norma. Si algo está bien estructurado es el Glosario de ASL, donde encontrar cualquier norma resulta practicamente cuestión de un momento. Ese momento nos proporciona SEGURIDAD.
Entramos pues en el apartado de la calidad de la experiencia en el juego. No es lo mismo sentir que estas jugando a ASL que estar jugando, como decia antes, a la ruleta. Si queremos tener una completa satisfacción con el juego es preciso ceñirse al reglamento y dejarse de interpretaciones o de falsas seguridades con el mismo. No sirve "yo creo", "me parece", "es así" (sin realmente estar seguro)... Ese tipo de pensamientos "mágicos" no nos conducen más que a confundirnos a nosotros mismos, y a nuestros rivales.
Nos encontramos con el jugador con afán de ganar, incluso aún peor, el jugador que en su afán de ganar es capaz de destrozar literalmente una jornada didáctica. Ganar es la meta que se persigue en cada partida, obviamente. Pero una cosa es ganar y otra correr hacia la victoria para satisfacer un ego insaciable. Si, digo bien, insaciable, pues tras cada victoria, surge la necesidad de empreder la siguente partida con el mismo afán.... Esta constante necesidad de "demostrar" lo que valemos o lo que "sabemos" no nos conduce nada más que a la perturbadora realidad de que ni hemos ganado nada ni hemos disfrutado nada. Perder una partida con calidad de juego (técnico, táctico, deportivo) es una experiencia tan satisfactoria como ganarla.
Todos (creo) queremos jugar lo méjor posible y no cometer errores. Ganar o perder no debería importar tanto si en el hecho de perder has sido capaz de aprender algo (una nueva táctica, un nuevo punto de vista, comprender una regla) y de divertirte. Si tu diversión comienza con el afán de ganar a toda costa, algo vá mal. Incluso me atrevería decir que intentar sacar partido de un mayor conocimiento del juego (o presunto mayor conocimiento) sobre un rival inferior puede incluso llegar a ser miserable. Compartir lo que conocemos del reglamento nos engrandece, y una actitud deportiva deberia primar en la celebración de una partida.
Una reflexión final: No somos muchos los que abrazamos el hobby, por lo que una actitud positiva hacia nuestros oponentes enrriquecerá nuestras posibilidades de jugar partidas, pero cuando te encuentres a alguno con afán por terminar antes de empezar, parale los pies, le harás un favor, que antes o después terminará agradeciendote.
Al final, como Socráctes, bien vale decir: "Solo sé que no sé nada"
Han transcurrido 5 meses desde que retome la afición tras un parentesís obligado, y he dedicado muchas horas a reaprender y estudiar reglas, descubrir algunas desconocidas, ponerme en contacto con editores online para solicitarles permisos y traducir sus estupendos artículos y empapame en el proceso, y también, como no, a jugar.
El contacto con númerosos jugadores me ha hecho recapacitar sobre un apartado quizás tan importante como el de las reglas, y no muy tratado por lo que hasta ahora he podido ver. Me refiero al perfil del jugador ASL. Al igual que en el ajedrez, donde la psicologia tiene un papel muy importante (un jugador introvertido puede promover estrategias cerradas, mientras los más extrovertidos procurarán partidas abiertas, por poner un ejemplo), en ASL nuestra personalidad promueve formas de encarar el hobby.
La primera impresión general es que el jugador ASL por lo general suele ser (salvo muy contadas excepciones) apasionado con el hobby, coleccionista (a ser posible, o con intención de serlo), y en general bastante responsable. Sin embargo yo creo poder diferenciar dos líneas a partir de este punto: el jugador racional y el jugador visceral. Y es aquí donde me detendré un momento.
La primera categoria (el jugador racional) suele ser un jugador milimetrico, pausado, detallista, sin prisas y que normalmente valora mucho los detalles. Este tipo de jugador suele estar categorizado por el resto como "gurú".
En la segunda categoria incluiria aquellos jugadores que quieren jugar mucho y ya, que a veces da la impresión de que la partida hay que acabarla antes de empezar, y aquí es donde surgio la idea de este artículo, puesto que este tipo de jugador ni es méjor ni peor que el anterior, solo le domina su pasión, y aquí es donde deja de disfrutar del hobby para proceder a sufrirlo o hacerlo sufrir.
ASL es un juego de proporciones enormes, y dominar completamente el reglamento es imposible, los más expertos necesitan consultarlo como es lógico, y creer que se domina en su conjunto solo sirve para engañarse a sí mismo. Tener el libro de reglas a mano (e incluso una copia de los Q&A) siempre debería ser una máxima cada vez que se celebra una partida. Y no para adornar una fotografia, debería estar ahi para consultarlo tantas veces como sea necesario. ¿De que sirve aplicar una norma que no existe o que ha sido mal interpretada? Única y exclusivamente para generar un "vicio", y en la próxima partida daremos por hecho de que esa norma existe y la invocaremos sin acudir a donde realmente se resuelven: el libro de reglas. El "yo lo ví en otra partida" o "a mi me lo dijo fulanito" debería ser una regla a extinguir, que debería ser sustituida lo antes posible por "lo voy a consultar en el libro de reglas". Se cometen muchos errores cuando la partida ha comenzado e invocamos "luego lo miraré". ¿No resultaría méjor mirarlo en el momento y aprenderlo de una vez?, es el mismo tiempo, distribuido de otra manera, pero acudiendo durante la partida a resolver la duda, ganaras en el hecho de que la jugada estará completamente bien realizada. Incluso me atrevería a decir que detener la partida y consultar tantos medios como puedas en caso de malinterpretación es quizás la méjor práctica (y aqui puedes "tirar" de amigos con mayores conocimientos, foros, siempre y cuando el RB y el Q&A no te hayan ayudado a superar la duda, claro está). La ansiedad es una mala compañera de juegos, y enemiga número 1 de ASL (un juego de detalles, de muchos detalles).
Verte invocando A.2 (lo que está hecho -mal o bien- queda hecho) termina siendo un "vicio" puesto que terminaras dando prioridad al afán por terminar (y ganar como sea) la partida antes que al hecho de disfrutar de la calidad lúdica a nivel de simulación que ofrece ASL...
Cabe preguntarse, ¿que quieres jugar una partida de ASL o correr un rally de Formula ?, incluso más aún ¿jugar a ASL o al bingo -por la cantidad de DR/drs realizadas sin cuestionarse ni un minuto lo que se está realizando-?
En EE.UU a los jugadores más puristas los clasifican como "lawyer ASL players", bien, ¿acaso cuando tenemos una duda sobre leyes no acudimos a los abogados?, que méjor que cuando tenemos una idea sobre el juego (o una "falsa seguridad") acudir a la norma. Si algo está bien estructurado es el Glosario de ASL, donde encontrar cualquier norma resulta practicamente cuestión de un momento. Ese momento nos proporciona SEGURIDAD.
Entramos pues en el apartado de la calidad de la experiencia en el juego. No es lo mismo sentir que estas jugando a ASL que estar jugando, como decia antes, a la ruleta. Si queremos tener una completa satisfacción con el juego es preciso ceñirse al reglamento y dejarse de interpretaciones o de falsas seguridades con el mismo. No sirve "yo creo", "me parece", "es así" (sin realmente estar seguro)... Ese tipo de pensamientos "mágicos" no nos conducen más que a confundirnos a nosotros mismos, y a nuestros rivales.
Nos encontramos con el jugador con afán de ganar, incluso aún peor, el jugador que en su afán de ganar es capaz de destrozar literalmente una jornada didáctica. Ganar es la meta que se persigue en cada partida, obviamente. Pero una cosa es ganar y otra correr hacia la victoria para satisfacer un ego insaciable. Si, digo bien, insaciable, pues tras cada victoria, surge la necesidad de empreder la siguente partida con el mismo afán.... Esta constante necesidad de "demostrar" lo que valemos o lo que "sabemos" no nos conduce nada más que a la perturbadora realidad de que ni hemos ganado nada ni hemos disfrutado nada. Perder una partida con calidad de juego (técnico, táctico, deportivo) es una experiencia tan satisfactoria como ganarla.
Todos (creo) queremos jugar lo méjor posible y no cometer errores. Ganar o perder no debería importar tanto si en el hecho de perder has sido capaz de aprender algo (una nueva táctica, un nuevo punto de vista, comprender una regla) y de divertirte. Si tu diversión comienza con el afán de ganar a toda costa, algo vá mal. Incluso me atrevería decir que intentar sacar partido de un mayor conocimiento del juego (o presunto mayor conocimiento) sobre un rival inferior puede incluso llegar a ser miserable. Compartir lo que conocemos del reglamento nos engrandece, y una actitud deportiva deberia primar en la celebración de una partida.
Una reflexión final: No somos muchos los que abrazamos el hobby, por lo que una actitud positiva hacia nuestros oponentes enrriquecerá nuestras posibilidades de jugar partidas, pero cuando te encuentres a alguno con afán por terminar antes de empezar, parale los pies, le harás un favor, que antes o después terminará agradeciendote.
Al final, como Socráctes, bien vale decir: "Solo sé que no sé nada"
Se puede decir más alto pero no más claro; completamente de acuerdo, gran artículo y muy buena reflexión
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, hay que ser tolerantes con los rivales, tanto por un lado como por otro. Es decir, no imponer tu ritmo, pero tampoco dejar que te impongan ritmos que no son los tuyos diametralmente hablando y no se si me explico. Tan malo es quien circula por la autovia a 200 como quien va a 60... una cosita por favor .
ResponderEliminar