Hay, y ya lo hemos tratado en otros artículos, varios modelos de jugadores, o perfiles, como guste llamarse... y obviamente aqui hablamos del jugador intelectual, no del deportista que juega al futbol o al baloncesto, si no aquel que utilizando su intelecto se enfrenta a un oponente para buscar la solución de un problema, en ASL, un problema táctico para lo cual cuenta con tres factores a considerar:
- Un Orden de Batalla (los recursos para conseguir el objetivo)
- Un tiempo para determinar si ha conseguido o no dichos objetivos (los turnos)
- Una condiciones de victoria determinadas que son el "leiv motiv" de la partida en si misma.
Sin embargo, el hecho de que se trate de un reto intelectual, deportivo en cierto modo, hace que sea más difuso categorizar a cada jugador o encasillarlo en un perfil u otro, ya que no son virtudes o defectos palpables a primera vista como puede ser contemplar a un deportista en la pista donde las referencias de marca, ranking, etc... permiten con más facilidad colocarlo en un punto u otro de ese mismo sistema de referencias.
En cualquier caso, no escribo estas líneas para hablar nuevamente de los perfiles de jugador que podemos encontrar en ASL o practicamente en cualquier juego de mesa, si no en un detalle relacionado: el ENFOQUE.
En el enfoque que un jugador tiene hacia la partida, es la motivación, sin duda, el proceso que dirige y finalmente detiene una secuencia de conductas dirigidas a una meta... Será el fáctor determinante del comportamiento de ese jugador frente al tablero, y que tiene que ver con variables hipotéticas que son los mótivos (psicologicos, y de fondo, y que obviamente por su profundidad no podemos tratar aqui).
Cuando un jugador tiene su ENFOQUE claramente apuntando a "Ganar", a "No perder" percibiremos claramente una actitud fuertemente competitiva, y el problema aqui no estriba en que ese perfil sea predominante o no, tampoco cuestionable, si no en el hecho de que ASL no es un juego como el ajedrez con 64 escaques y 16 piezas por barba, todo lo contrario un juego muy complejo que cuenta con un libro de reglas no solo extenso si no en el que practicamente cada frase encierra una regla. El conocimiento de ese reglamento es practicamente fundamental para hacer dos cosas: Una partida LEGAL y una partida INTERESANTE. Ahora bien, cuando ese ENFOQUE esta puesto en la VICTORIA, llegamos a un punto en que si la motivación (por las razones que fueran) es demasiado grande se perderá o distorsionará el que nos lleva a respetar a las reglas, a nuestro oponente y al mismisimo sentido común: De que sirve engañar al oponente y a nosotros mismos después de horas de lectura de un complejo reglamento y cientos de euros en material (!!). Francamente, la bendición en este juego, se encuentra en el punto opuesto, en el ENFOQUE durante la partida al respeto riguroso del reglamento, en no ignorar las reglas por que no me interesa o no me conviene, o en "olvidos" convenientes cuando una regla que nos perjudica esta en liza... o al contrario, cuando cierta regla beneficia a nuestro contrincante y nos callamos, y nuestra conciencia nos dice " él debería saberla "... Realmente, esto último no es más que una justificación de una conciencia manchada por la ansiedad que solo buscar alcanzar la meta a la que antes nos referiamos: la VICTORIA... y en ocasiones, a todo trance.
No hay que olvidar, que motivación y emoción son considerados los fáctores determinantes de la emoción, de esta forma un estado de alta motivación e interes estrecha nuestro foco atencional, lo que nos lleva a la premisa de que : " cuanta mayor motivación -por las razones de fondo que sean- por ganar, más facilmente veremos que nuestro oponente ABANDONA a la más mínima ocasión de no ver perspectiva de cumplir con su ansiada victoria ". Este es un sintóma claro sobre como ambos factores (emoción, motivación) se mezclan para facilitarnos una información interesante sobre el perfil del jugador con el que nos encontramos disputando una partida. En cuanto se llega a este punto de "ruptura", el jugador contrario pierde automáticamente el interés por la partida, la MOTIVACIÓN de la que antes hablabamos. Claro esta que el que abandona la partida por que ha de sacar 16 EVP por un lado del mapa y solo tiene 6 EVP con posibilidades de llegar o habiendo alcanzado ya su meta, no se encuentra en este perfil.... Más bien es aquel que estando en el desarrollo de la partida veremos que tras un revés inesperado, perfila una perspectiva negativa e incapaz de soportar la perspectiva de no alcanzar la meta de la victoria, prefiere abandonar para evitar "sufrir" durante el desarrollo de la misma dos factores: el hecho de tener la perspectiva de la derrota y el hecho mismo de sufrirla.
Hay quien mide a los jugadores por sus victorias, por sus derrotas, por su posición en determinado ranking o en esta o aquella competición, cuando existen factores que se ignorar y que son profundamente más importantes:
- El conocimiento del reglamento. No es preciso saberse de memoria las reglas como la lista de los reyes godos, pero si es importante estar familiarizadas con ellas para saber que existen y acudir al ASLRB para cuando se dé el caso en esta o aquella partida.
- El mantener una actitud deportiva frente a tu oponente. Esto no vulnera A.2 (ERRORS), no se trata de permitir que el oponente pueda o no cambiar sus acciones o movimientos (cosa que francamente opino debe salir de cada jugador, pero que todos deberían ser inflexibles consigo mismo, pero eso queda en conciencia de cada cual... ya que las acciones son consideradas "irreversibles"... No imagino a un pelotón saliendo de un edificio y tras examinar las posibilidades de resultar derrotado dar marcha atras en el tiempo para buscar otra "solución" al problema. Con mantener una actitud deportiva, me refiero al hecho de concederle tiempo para elaborar sus jugadas, no confundirlo con reglas que no se conocen a fondo y permitir el tiempo necesario para consultar las dudas que puedan surgir en el desarrollo de la partida (esto nos llevaría al bronco articulo anterior, y hay que recalcar que una cosa son las dudas y otra muy diferente NO conocer la regla por el mero hecho de no haberse tomado la molestia en estudiar/leer el reglamento). Igualmente una actitud deportiva es aquella que no precisa ser descrita: la que todos conocemos, la de la elegancia a la hora de ser educado y no molestar o importunar a nuestro contrincante con rumiaciones sobre lo mal que me fue con esta o aquella tirada de dados, la suerte que tiene nuestro oponente, o el "ya no podré ganar si me sigue la fortuna deparando esta maldita suerte". Esto último es un tema ya bastante manido en este blog pero que sigue siendo lamentablemente motivo de referencia puesto que lo veo casi en toda partida en la que participo o contemplo.
- Jugar bien, esto es producto de la inteligencia, la imaginación y la originalidad de cada uno, que llevan en su conjunto a elaborar jugadas más o menos complejas cuyo fruto puede deparar mejor o peor suerte. Uno puede elaborar una jugada muy bien desarrollada pero la linea de acontecimientos que NO controla el jugador (las DR/dr) llevarnos a un final desgraciado... Esto no significa en caso alguno que el promotor de la misma sea un mal jugador, todo lo contrario, el buen jugador seguirá elaborando y desarrollando jugadas interesantes Y no lamentará constantemente su mala suerte al encontrarse con estas eventualidades. Esto es sintoma no solo ya de jugar bien si no de aquello a lo que haciamos referencia en el punto anterior: la deportividad. Aqui existen tambien categorias o perfiles de jugadores: desde los que se desenvuelven con más conservadurismo hasta los más arriesgados, y que suelen sobre el tablero hablarnos de su personalidad en la vida cotidiana, ya que esto último suele reflejarse en el modo de jugar casi sin remedio.
Podria alargarme más pero creo que los elementos que motivan este articulo han sido ya exprimidos lo suiciente como para no ver la necesidad de seguir cansando al lector con más argumentos .
Espero os haya gustado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario