Ante la falta de contestación a mi última embajada, he tomado la decisión de enviar un mensaje al Rey macedonio para sondear el estado de nuestras relaciones. No se puede obviar al Ejército de Pirro.
Texto del Mensaje:
Al Rey de Macedonia del Senado y del Pueblo de Roma
Vemos con tristeza que el Rey de Macedonia no conteste a las embajadas del Senado de Roma, sin embargo este Senado en nombre del Pueblo de Roma ha decidido realizar una nueva oferta de amistad al leal pueblo de Grecia.
Estamos dispuesto a ofrecer libertad de acción en el Mediterráneo Oriental, no ser hostiles en el Sur de Italia, y mantener una zona de influencia dividida tal y como sugeria la primera embajada macedonia pero con una única condición, en caso de que cualquiera de nuestras potencias se viera agredida por Cartago, la otra acudiria en auxilio de la primera para conjurar la amenaza. En tanto nosotros nos expandiriamos hacia Occidente salvo intromisión del cartagines, hecho que provocaría que invocaramos nuestra común alianza. Por otro lado, nosotros estariamos dispuestos para que en caso de que Cartago no interviniese contra los deseos de Roma, y que Grecia precisase ayuda en sus conquistas orientales, apoyar con un Ejército a nuestros amigos griegos. Las guarniciones en el Sur de Italia deberán ser minimizadas tal y como se acordaba en las primera embajadas macedonicas, y no deberá haber protesta alguna por la eliminación de las guarniciones griegas del mediterraneo occidental, puesto que esa será nuestra línea de acción natural.
Confiados de la siempre leal amistad del Rey de Macedonia
El Senado y el Pueblo de Roma.
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